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viernes, 12 de enero de 2018

Información Financiera en la Dirección de la Administración Corporativa






UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO
(UASD)


MAESTRIA PROFESIONALIZANTE EN CONTABILIDAD TRIBUTARIA
2017-2019

Contabilidad Gerencial

Maestrantes:




·         Juleiry Bautista                                                                  
·         Joel Martínez                                                                      
·         Mariel López                                                                                   
·         Quesia Mota                                                                       




La información financiera es el eje fundamental en el cual se sustenta una corporación para poder ejercer una dirección acorde con los lineamientos que establecen los asociados de la misma, para dirigir una corporación de manera eficiente y rentable, los accionistas se apoyan en la información financiera, que es la que se encarga de brindar la información correspondiente para poder tomar las mejores decisiones, en busca de obtener mayores beneficios en el ejercicio de la organización.

Durante el desarrollo de nuestra investigación, buscaremos expresar de manera clara y objetiva, la importancia que tiene, que una corporación situé la información financiera en el nivel más alto y le reconozca la jerarquía que representa ésta para el desarrollo económico de dicha corporación, en ese sentido, trataremos de pormenorizar de manera puntualizada las bases en la que se sustenta la información financiera para brindar los detalles adecuados a la dirección de la corporación.

Presentaremos las generalidades y conceptualizaciones de la información financiera y a la vez abordaremos el tema de los estados financieros, su interpretación y análisis, exponiendo también la influencia que ejercen las NIIF sobre los mismos y las etapas por las cuales ha pasado el análisis e interpretación de los estados financieros. 

















Información Financiera en la Dirección de la Administración Corporativa


Es indudable que el concepto de la contabilidad cómo técnica de información ha logrado predominio absoluto, eliminando la ideología de ser considerada únicamente cómo registro de hechos históricos. Hemos llegado a colocarla en el sitio que le corresponde el de herramienta intrínsecamente informativa, que se utiliza para facilitar el proceso administrativo y de la toma de decisiones internas y externas.

La información financiera es la información que produce la contabilidad indispensable para la administración y el desarrollo de la administración corporativa y por lo tanto es procesada y concentrada para uso de la gerencia y personas que trabajan en la empresa.

La necesidad de esta información hace que se produzcan los estados financieros. La información financiera se ha convertido en un conjunto integrado de estados financieros y notas, para expresar cual es la situación financiera, resultado de operaciones y cambios en la situación financiera de una empresa.

La importancia de la información financiera que se presenta a los usuarios sirve para que formulen sus conclusiones sobre el desempeño financiero de la entidad. Por medio de esta información y otros elementos de juicio el usuario general podrá evaluar el futuro de la empresa y tomar decisiones de carácter económico sobre la misma.

Características básicas de la información financiera


El propósito principal que persigue la información financiera es preparar información financiera de calidad para la toma de decisiones de la administración corporativa. Para lograrlo debe cumplir con una serie de características que le dan valor; éstas se consideran básicas, pues revisten la mayor importancia, las cuales detallamos a continuación:

·         Utilidad: Adecuarse a las necesidades de los usuarios, es decir que le sirva para cumplir sus propósitos.

·         Confiabilidad: Contenido en congruencia con las transacciones, transformaciones internas o eventos sucedidos y para que sea confiable debe ser:

ü  Veraz
ü  Representativa
ü  Objetiva
ü  Verificable
ü  Información suficiente

·         Relevancia: Cualidad para influir en la toma de decisiones económicas de los usuarios que la utilizan y para que sea relevante, debe ser:

a) Posibilidad de predicción y confirmación
b) Importancia relativa

·         Comprensibilidad: La información que se presenta en los estados financieros debe ser entendida por los usuarios.

·         Comparabilidad: La información financiera debe de ser analizada a partir de la identificación de diferencias y similitud con información de la misma entidad u otras entidades a través del tiempo.

Las características de la información financiera permitirán ofrecer a los usuarios generales de la misma, el disponer de información útil, confiable, oportuna de tal manera que le permita el análisis y se conozcan la capacidad de la entidad para generar utilidades y flujo de efectivo y proporcione elementos de juicio para la toma de decisiones económicas en una entidad.

Naturaleza de la información financiera


En el mundo actual, se hace cada día más necesario tener información que nos permita establecer una estrategia adecuada en el establecimiento de precios de ventas, los cuales sean competitivos con relación a la competencia existente en la industria a la cual pertenece nuestra empresa. La contabilidad y en general el sistema de información contable y financiera deben aportar los elementos necesarios para un adecuado cálculo de precio de venta en cada uno de los artículos o servicio que produce la empresa. De lo anterior se desprende que la contabilidad de costos cumple una función primordial dentro del sistema de información contable, que es brindar información sobre el costo de producción para establecer los precios de ventas.

Perspectivas de la información financiera


En su calidad de herramienta de la administración corporativa, la información financiera seguirá siendo un medio indispensable para evaluar la efectividad con que la administración logra mantener intacta la inversión de los accionistas y obtener adicionalmente un rendimiento justo.

La información financiera es el mayor apoyo para la toma de decisiones de los negocios; recordemos que, a mayor calidad en la información, corresponde mayor probabilidad de éxito en las decisiones. Pero para lograr la calidad en la información, ésta deberá incorporar a su contenido datos que satisfagan las necesidades de los diferentes usuarios. En la actualidad, los parámetros los subsistemas que más interesan a cualquier usuario son liquidez, rentabilidad crecimiento, apalancamiento y productividad.

 

Objetivos


La información financiera presentada en los estados financieros básicos de una entidad corporativa debe cumplir el objetivo de informar sobre la situación financiera de la empresa en cierta fecha y los resultados de sus operaciones y cambios en su situación financiera por el periodo contable terminado en cierta fecha.

Los estados financieros son un medio de comunicar la situación financiera y un fin porque no tratan de convencer al lector de un cierto punto de vista o de una posición. Su capacidad es trasmitir información que satisfaga el usuario, y ya que son diversos los usuarios de esta información esta debe servirles para:

Ø  Tomar decisiones de inversión y crédito, los principales interesados de esta información son aquellos que puedan aportar un financiamiento u otorguen un crédito, para conocer que tan estable y el crecimiento de la empresa y así saber el rendimiento o recuperación de la inversión.

Ø  Depurar la solvencia y liquidez de la empresa, así como su capacidad para generar recursos, aquí los interesados serán los diferentes acreedores o propietarios para medir el flujo de dinero y su rendimiento.

Ø  Evaluar el origen y características de los recursos financieros del negocio, así como su rendimiento, esta área es de interés general para conocer el uso de estos recursos.

Ø  Por último, formarse un juicio de cómo se ha manejado el negocio y evaluar la gestión de la administración, como se maneja la rentabilidad, solvencia y capacidad de crecimiento de la empresa.




 

 

 

El sistema de información financiera en las organizaciones económicas


El propósito básico del sistema de información contable de una organización es proveer información útil acerca de dicha entidad económica para facilitar la toma de decisiones de sus diferentes usuarios, ya sean estos accionistas, acreedores, inversionistas, administradores o las mismas autoridades gubernamentales. En consecuencia, como el sistema de información contable de una empresa sirve a diversos usuarios, se originan distintos subsistemas de información dirigidos a cada uno de ellos.

Con base en las diferentes necesidades de los distintos segmentos de usuarios, la información que una entidad económica genera se estructura en dos tipos:

• Información para usuarios internos.
• Información para usuarios externos.

Es importante identificar los distintos segmentos de usuarios de la información financiera para conocer cómo la aprovechará cada persona.

Tipos de Usuarios de la Información Financiera


La información financiera va dirigida a un conjunto amplio y variado de usuarios; algunos de ellos son entes ajenos o externos a la empresa, entre los que se encuentran principalmente los acreedores y los accionistas. De la misma forma, existe otro grupo importante de usuarios que forman parte regular de la misma organización económica a los cuales llamaremos usuarios internos. Entre éstos se encuentran principalmente los administradores de la empresa en sus diferentes niveles.

Ø  Usuarios externos

La información financiera dirigida a usuarios externos tiene por propósito satisfacer las necesidades de inversión de un grupo diverso de usuarios. Entre los principales se encuentran los siguientes:

·         Inversionistas actuales (accionistas)

Los inversionistas actuales o accionistas es el grupo de personas físicas o morales que han aportado recursos para convertirse en propietarios de una empresa, al menos en la parte proporcional que su aportación representa del total de capital de la empresa escogida.

Los accionistas son dueños de la empresa; como tales tienen derecho de conocer, a través de la administración y por medio de la información financiera, los resultados de la operación y la situación patrimonial de ésta, con el propósito de evaluar el valor actual de su aportación, así como de la parte de las utilidades que serán reinvertidas en nuevos proyectos de la entidad o repartidas entre ellos como retribución a su aportación.

·         Inversionistas potenciales

Existen personas que poseen recursos económicos suficientes para impulsar los negocios o proyectos en los cuales se vislumbran grandes oportunidades de éxito. Estas personas son los inversionistas, quienes al conocer la trayectoria de la empresa y su desempeño en el transcurso del tiempo pueden decidir si invierten en la empresa o en algún proyecto de ésta.

·         Acreedores

Los acreedores son el grupo de personas o instituciones a las cuales se les debe dinero. Como se verá con todo detalle en capítulos posteriores, una organización económica se puede ver en la necesidad de solicitar recursos en préstamo a instituciones del sistema financiero (principalmente bancos), y a personas físicas para llevar a cabo sus proyectos de crecimiento. Estos diferentes tipos de acreedores necesitan información financiera de la organización para decidir si ésta tiene capacidad para retribuirles posteriormente el préstamo otorgado.

·         Proveedores y otros acreedores comerciales

Estos usuarios están interesados en la información financiera de la organización económica con la cual interactúan en su carácter de vendedores de bienes y servicios. El objetivo que persiguen con ello es obtener indicios de la capacidad de pago de los compromisos financieros contraídos.

·         Clientes

Este segmento de usuarios está interesado en la información financiera de una organización económica especialmente cuando, por motivos de las relaciones comerciales, se genera una relación de dependencia comercial.



·         Empleados

Los empleados y los sindicatos están interesados en la información financiera de la organización en la cual prestan sus servicios para evaluar la capacidad de pago de las remuneraciones pactadas, en el corto y en el largo plazos.

·         Órganos internos y externos de control

Es el grupo de profesionales que debe verificar la razonabilidad de las cifras presentadas como parte de la información financiera. Comúnmente se les denomina auditores.

Hay de dos tipos, internos que trabajan de forma exclusiva para la organización y que reportan sus informes directamente al consejo de administración, y externos que desarrollan un trabajo profesional independiente y también reportan sus hallazgos al consejo de administración.

·         Organismos públicos de supervisión financiera

Para las empresas públicas que coticen en bolsa, es decir, que hayan colocado deuda o capital entre el público inversionista, es obligatorio presentar la información financiera cada trimestre y anualmente ante un organismo gubernamental responsable de supervisar esta actividad. De igual forma, si la empresa ha colocado deuda o capital entre el público inversionista de otros países tendrá la obligación de presentar dicha información ante los organismos reguladores locales.

·         Analistas e intermediarios financieros

Los analistas financieros son personas cuya función se basa en monitorear el desempeño financiero de las empresas que cotizan en bolsa, con el objetivo de asignarles una calificación, la cual implica que la empresa tiene capacidad para cumplir con sus obligaciones oportunamente. De igual forma, los intermediarios financieros como bancos, casas de bolsa y arrendadoras financieras, entre otros, necesitan conocer la información financiera de las empresas para decidir si les otorgan o no un préstamo.

·         Usuarios de gobierno corporativo

Con la implementación de los lineamientos de gobierno corporativo se generó un nuevo apartado de usuarios que requieren información financiera. En este segmento están principalmente los miembros del consejo de administración, los accionistas y los órganos reguladores.

·         Público en general

Adicionalmente a todos los usuarios descritos en apartados anteriores, la información financiera puede ser de interés para personas e instituciones que simplemente requieren dicha información para propósitos estadísticos, académicos y de cultura financiera.

·         Gobiernos

Debido a que las empresas tienen la obligación legal y el compromiso social de entregar un porcentaje de sus utilidades en forma de impuestos, el gobierno es un usuario importante de la contabilidad. En efecto, las autoridades gubernamentales están facultadas por la ley para establecer las bases sobre las cuales se determinarán y cobrarán impuestos o cualquier otra contribución que deba hacer una entidad económica hacia el gobierno del país en el que opere.

Para tal fin, el gobierno federal de cada país establece requisitos para la elaboración y presentación de la información contable que refleje los resultados de operación y la situación patrimonial de las entidades económicas, con el propósito de determinar el monto de los impuestos que deben pagar.

Ø  Usuarios internos

De la misma forma en que los usuarios externos tienen necesidades de información, los administradores de una entidad económica, representados principalmente por los funcionarios de los niveles superiores tales como directores generales, directores funcionales, gerentes de área, jefes de departamento, etcétera, tienen necesidad de monitorear su desempeño. No están regidos por leyes ni por otro tipo
de disposiciones, sino exclusivamente por la necesidad de la información y la creatividad de quienes elaboran este tipo de información.

Control en la administración corporativa para una información financiera confiable


La información financiera muestra los recursos de la entidad económica y en función a ello, sus usuarios toman decisiones de negocio, inversión y operación en el ámbito financiero, laboral, legal o fiscal. Por lo tanto, es importante que la información financiera sea confiable y útil para que la toma de decisiones de los usuarios sea objetiva.

Además, es fundamental establecer políticas y procedimientos de control interno, que brinden una seguridad razonable de que el flujo de la operación garantiza que las transacciones y las transformaciones internas son registradas oportunamente. La responsabilidad de la información financiera corresponde a la administración, por ello es necesario observar el cumplimiento de las políticas y procedimientos de control interno establecidas.

Cuando no se cumple plenamente con los controles internos que acompañan la operación del negocio, se niega la posibilidad de una información financiera confiable. El efecto trasciende —además de dañar la imagen corporativa y el ambiente laboral— a la confianza de los usuarios de la información financiera, cuyo resultado aumenta los costos de operación, refleja descuido de los activos y desorden en la administración.

El sistema de control en la administración mantiene informada a la empresa de la coordinación de sus funciones, de la eficiencia ejecutoria conforme las políticas establecidas, de la protección y aprovechamiento de los recursos, y se asegura de que se están logrando los objetivos institucionales. De ahí la importancia del establecimiento y cumplimiento de las políticas y procedimientos del control interno.

Aseveraciones de una administración en la información financiera

Las aseveraciones (declaraciones) que una administración realiza cuando prepara su información financiera garantiza la existencia u ocurrencia de los bienes y la responsabilidad de la organización, es decir, asegura que los activos y pasivos existen a una fecha específica y que todas las transacciones y transformaciones internas han ocurrido en un periodo específico. Si todas las transacciones y transformaciones internas se han incluido en el proceso de la información financiera, de ello podemos derivar que dicha información es íntegra.
La administración declara en una aseveración que los hechos afirmados en los reglones de la información financiera son partidas identificables como activos (derechos), como pasivos (obligaciones), significando con ello que los importes contenidos en la información financiera han sido valuados con los importes correctos, cuya presentación y revelación en los estados financieros acredita que son los apropiados.
Las aseveraciones quedan asentadas cuando son establecidos los objetivos institucionales del negocio y los propósitos específicos de las áreas que componen la estructura organizacional de la empresa. «La efectividad de la operación de cualquier organización se halla influida tanto por políticas y procedimientos usuales implícitos como explícitos».
Con la finalidad de que el proceso de la información sea asertivo, es importante considerar el vínculo entre las áreas cuando se realiza una operación y cumplir con las políticas y procedimientos de control interno establecidos por la propia administración.

 

Generalidades de la información financiera


La información financiera emanada de la contabilidad es un insumo básico para el análisis e interpretación de estados financieros, está integrada por información cuantitativa expresada en unidades monetarias e información cualitativa, es decir descriptiva, que muestra la posición y desempeño financiero de una entidad, siendo su principal objetivo el que sea útil al usuario en la toma de decisiones económicas.

El producto que genera la contabilidad son los estados financieros, enfocándose esencialmente en proveer información que permita evaluar el desenvolvimiento de la entidad, así como, en proporcionar elementos de juicio para estimar el comportamiento futuro de los flujos de efectivo, entre otros aspectos.

Por tanto, los estados financieros tienen como objetivo el proporcionar elementos de juicio confiables que permitan al usuario general evaluar los siguientes aspectos:

El comportamiento económico–financiero de la entidad, su estabilidad, vulnerabilidad, efectividad y eficiencia en el cumplimiento de sus objetivos; y
La capacidad de la entidad para mantener y optimizar sus recursos, financiarlos adecuadamente, retribuir a sus fuentes de financiamiento y, en consecuencia, determinar la viabilidad de la entidad como negocio en marcha.

Importancia de la información financiera para la Dirección de la Administración Corporativa


En toda administración de una corporación, es importante y necesaria la información financiera ya que es la base para una decisión acertada, para que la decisión que se tome sea suficiente y oportuna para los ejecutivos.

La necesidad de la información financiera se presenta a los usuarios, para que formulen sus conclusiones sobre el desempeño financiero de la entidad. Por este medio la información y otros elementos de juicio, el usuario general podrán evaluar el futuro de la empresa y tomar decisiones de carácter económico de la empresa.




El análisis financiero tiene como objetivo obtener conclusiones acerca del futuro del desarrollo de la actividad de la empresa, en el cual se basa con la toda la información que presenta el estado financiero y requiere de una habilidad analítica.
La necesidad de esta información hace que se realicen los estados financieros, ya que, con los estados financieros, se expresa la situación financiera, resultado de las operaciones y cambios en la situación de la empresa.



Los estados financieros, interpretación y análisis

 

Las estadísticas nos demuestran que, durante los últimos años de cada 100 nuevos negocios, aproximadamente el 50% de ellos fracasan en el curso de los primeros años. A los 5 años, sólo una tercera parte de las 100 iniciales permanece aún en operación.

La historia de los negocios nos indica que de esta tercera parte que logra sobrevivir después de 5 años, es de donde surgen las grandes corporaciones del futuro; es razonable suponer que sólo aquellas empresas que tienen una buena administración y manejan correctamente la información financiera pertenecen a este último grupo.

¿Cuáles son las principales causas de fracaso en los negocios?

 

La revista Dun’s Review and Modern Industry, de New York, hizo un estudio que demostró que 9 de cada diez fracasos se deben a una mala administración. En el listado siguiente se muestran las fallas más frecuentes:

Incompetencia                                 49.4%
Experiencia Desequilibrada            18.2%
Falta de preparación Teórica          12.4%
Falta de experiencia práctica          10.2%
                                                        _____
                                               Total 90.2 %
                                                     ======

Administrar con éxito a una empresa no es fácil, pocos negocios llegan a consolidarse; ya que en la práctica surgen problemas comerciales, financieros, fabriles, laborales, etc. y para enfrentarse a estas condiciones, se requiere aplicar una administración eficiente y efectiva en base a la información financiera que se plasma en los estados.

Las deficiencias financieras que afectan a cualquier empresa son innumerables, sin embargo, pueden clasificarse en dos: Exceso y Defecto, es decir, en uno por tener más de lo debido y en otro, por tener menos de lo debido. En el cuadro siguiente se muestra esta clasificación.

Principales Deficiencias Financieras en una Empresa Corporativa


En Exceso

1.- Sobreinversión en Inventarios
2.- Sobreinversión en Activos

Por Defecto

1.-Insuficiencia de Capital
2. Insuficiencia de Utilidades

Estados Financieros Básicos de una Administración Corporativa


Ø  Estado de situación financiera (balance general):

Es el estado que muestra claramente y en forma ordenada la situación financiera de una empresa a una fecha determinada.
Ø  Estado de resultados (estado de pérdidas y ganancias):

Es el documento contable que nos muestra también en forma clara y ordenada los ingresos, costos y gastos e impuestos que se han presentado en la empresa durante un periodo determinado.

Ø  Estado de costo de producción y ventas:

Es el documento por excelencia que es elaborado por la contabilidad de costos y que muestra claramente la determinación o proceso del costo de producción, así como las cuentas que se utilizaron para llegar al costo de ventas de un periodo.

Ø  Estado de variaciones en el capital contable:

Es el estado que muestra clara y ordenadamente los movimientos que tuvo el capital contable en cada una de sus cuentas durante un periodo determinado.

Ø  Estado de flujo de efectivo:

Este estado nos muestra claramente cómo se produjeron los flujos de efectivo, es decir, cuál fue el origen y la aplicación que se les dio a dichos recursos durante un periodo determinado obteniéndose como resultado final el saldo de efectivo que están en las cuentas de caja y bancos en el balance general.

Razones Financieras


Uno de los instrumentos más usados para realizar análisis financiero para la dirección de entidades corporativas de entidades es el uso de las Razones Financieras, ya que estas pueden medir en un alto grado la eficacia y comportamiento de la empresa.

Estas presentan una perspectiva amplia de la situación financiera, puede precisar el grado de liquidez, de rentabilidad, el apalancamiento financiero, la cobertura y todo lo que tenga que ver con su actividad.

Las Razones Financieras, son comparables con las de la competencia y llevan al análisis y reflexión del funcionamiento de las empresas frente a sus rivales.
Algunas de estas razones financieras son las siguientes: 

·         Razones de liquidez:

La liquidez de una organización es juzgada por la capacidad para saldar las obligaciones a corto plazo que se han adquirido a medida que éstas se vencen. Se refieren no solamente a las finanzas totales de la empresa, sino a su habilidad para convertir en efectivo determinados activos y pasivos corrientes.

ü  Capital neto de trabajo (cnt):

 Esta razón se obtiene al descontar de las obligaciones corrientes de la empresa todos sus derechos corrientes.

                                    CNT = Pasivo Corriente-Activo Corriente

ü  Índice de solvencia (is):

 Este considera la verdadera magnitud de la empresa en cualquier instancia del tiempo y es comparable con diferentes entidades de la misma actividad.

IS = Activo Corriente
       Pasivo Corriente
ü  Índice de la prueba ácida:

Esta prueba es semejante al índice de solvencia, pero dentro del activo corriente no se tiene en cuenta el inventario de productos, ya que este es el activo con menor liquidez.

ACIDO = Activo Corriente- Inventario
                                Pasivo Corriente

ü  Rotación de inventario (ri):

Este mide la liquidez del inventario por medio de su movimiento durante el periodo.

RI = Costo de lo vendido
           Inventario promedio


ü  Plazo promedio de inventario (ppi):

Representa el promedio de días que un artículo permanece en el inventario de la empresa.

PPI=               360 / Rotación del Inventario

ü  Rotación de cuentas por cobrar (rcc):

Mide la liquidez de las cuentas por cobrar por medio de su rotación.
RCC = Ventas anuales a crédito
        Promedio de Cuentas por Cobrar

·         Razones de endeudamiento:

Estas razones indican el monto del dinero de terceros que se utilizan para generar utilidades, estas son de gran importancia ya que estas deudas comprometen a la empresa en el transcurso del tiempo.

ü  Razón de endeudamiento (re):

Mide la proporción del total de activos aportados por los acreedores de la empresa.

RE = Pasivo total
          Activo total

ü  Razón pasivo-capital (rpc):

Indica la relación entre los fondos a largo plazo que suministran los acreedores y los que aportan los dueños de las empresas.

RPC = Pasivo a largo plazo
               Capital contable

ü  Razón pasivo a capitalización total (rpct):

Tiene el mismo objetivo de la razón anterior, pero también sirve para calcular el porcentaje de los fondos a largo plazo que suministran los acreedores, incluyendo las deudas de largo plazo como el capital contable.

RPCT = Deuda a largo plazo
              Capitalización total

·         Razones de rentabilidad:

Estas razones permiten analizar y evaluar las ganancias de la empresa con respecto a un nivel dado de ventas, de activos o la inversión de los dueños.

ü  Margen bruto de utilidades (mb):

Indica el porcentaje que queda sobre las ventas después que la empresa ha pagado sus existencias.

MB = Ventas - Costo de lo Vendido
                         Ventas

ü  Margen de utilidades operacionales (mo):

Representa las utilidades netas que gana la empresa en el valor de cada venta. Estas se deben tener en cuenta deduciéndoles los cargos financieros o gubernamentales y determina solamente la utilidad de la operación de la empresa.

ü  Margen neto de utilidades (mn):

Determina el porcentaje que queda en cada venta después de deducir todos los gastos incluyendo los impuestos.



ü  Rotación del activo total (RAT):

Indica la eficiencia con que la empresa puede utilizar sus activos para generar ventas.

RAT = Ventas anuales
            Activos totales

Definición del análisis e interpretación de la información financiera


Un análisis según el diccionario contable es: la distinción o separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. En el terreno del análisis financiero las definiciones más importantes son:

Roberto Macías Pineda: “El análisis de los estados financieros, es un estudio de las relaciones que existen entre los diversos elementos de un negocio, manifestados por un conjunto de estados contables pertenecientes a un mismo ejercicio y de la tendencia de esos elementos, mostradas en una serie de estados financieros correspondientes a varios estados sucesivos”.

Alfredo F. Gutiérrez: “Análisis quiere decir distinción y separación de la parte de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. Análisis de los estados financieros es la distinción y la separación de los elementos financieros que forman la estructura de una empresa y, consecuentemente, su comparación con el todo que forman parte, señalando el comportamiento de dichos elementos en el transcurso del tiempo; estudio encaminado a la calificación, síntesis del equilibrio financiero y la productividad de un negocio en términos cuantitativos”.

Interpretación


Interpretación consiste en: “Explorar o declarar el sentido de una cosa y principalmente el de textos faltos de claridad. Atribuir una acción a determinado fin o causa, comprender bien y explicar bien o mal el asunto o materia de que se trata”.
Interpretación es la explicación que concierne frecuentemente al suministro de información relacionada con el propósito, el contexto o las implicaciones de un estado o de una acción.

Las interpretaciones razonables son las más compatibles con el acopio de informaciones consideradas como verdaderas y como las más adecuadas.

Puede concluirse que, si análisis quiere decir “distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos” y la interpretación significa “explorar o declarar el sentido de una cosa”, análisis e interpretación de la información financiera será, por consecuencia las actividades de distinguir o separar los componentes de los estados financieros para conocer sus principios o elementos que los forman. O sea que el análisis e interpretación de los estados financieros consiste en obtener los suficientes elementos de juicio para apoyar las opiniones que se hayan formulado con respecto a los detalles de la situación financiera y de la productividad de la empresa.

El análisis de la información financiera


El análisis de la información financiera consiste en un conjunto de tres factores:

Empleo de las herramientas adecuadas.
Uso de datos confiables.
Un analista que maneje y moldee los esquemas de un criterio, eficiente de la empresa.

La importancia de los estados financieros es de evaluar, y tomar decisiones de carácter económico de la misma. Para que se tome una decisión de inversión y crédito, el financiamiento de la empresa de estar en solvencia y rentabilidad.

La información financiera cuando satisface al usuario puede formar juicio de:

Ø  El nivel de rentabilidad.
Ø  La posición financiera, que esta su solvencia y liquidez.
Ø  La capacidad financiera de crecimiento.
Ø  El flujo de fondos.

Los usuarios de la información financiera deben tomar en cuenta lo siguiente:

Los estados financieros se expresan en monedas como su forma de medición, debe considerar que su valor cambia en función de los eventos económicos.
Los estados financieros, en especial el balance general, presenta el valor para el negocio de sus recursos y obligaciones cuantificables.

El pilar fundamental del análisis de la información financiera está contemplado en los datos que proporcionan los estados financieros de la empresa, teniendo en cuenta las características de los usuarios a quienes van dirigidos y los objetivos específicos que los originan, entre los más conocidos y usados son el Balance General y el Estado de Resultados (también llamado de Pérdidas y Ganancias), que son preparados, casi siempre, al final del periodo de operaciones por los administradores y en los cuales se evalúa la capacidad del ente para generar flujos favorables según la recopilación de los datos contables derivados de los hechos económicos.
También existen otros estados financieros que en ocasiones no son muy tomados en cuenta y que proporcionan información útil e importante sobre el funcionamiento de la empresa, entre estos están: el estado de Cambios en el Patrimonio, el de Cambios en la Situación Financiera y el de Flujos de Efectivo.

Antecedentes del Análisis e Interpretación de la Información Financiera


A continuación, presentaremos las principales etapas por las que han pasado las herramientas y modelos de análisis financiero hasta llegar al estado actual de desarrollo en que se encuentran. Esta clasificación en etapas se basa en la forma y época en que la evolución de la disciplina se fue reflejando en la literatura especializada.


1ª. Etapa: El interés de las empresas se centraba en la emisión de acciones y obligaciones, siendo su problema básico la obtención de fondos y sus fuentes de financiamiento; era lógico que comenzaran a desarrollarse nuevas herramientas, que permitiesen apreciar a los bancos el potencial del inversionista, la capacidad de endeudamiento de sus clientes, su estructura financiera, su posición de cobertura y su riesgo a largo plazo.

Aparecen así, los aspectos jurídicos e institucionales de la emisión de nuevos valores mobiliarios, a los que se les otorga importancia, y se insinúan los conceptos analíticos que posteriormente constituirían el instrumental del analista de valores basados en diversos índices o coeficientes como son:

a) Los índices de cobertura, que relacionan la carga fija presente y futura en concepto de intereses, con la posible generación estimada de utilidades.
b) Los índices de la estructura financiera, que vinculan de distintos modos el endeudamiento con el capital propio.

c) Las tasas de rentabilidad, que indican el porcentaje de utilidades sobre el capital o sobre las ventas, la utilidad por acción, etc. Durante esta etapa, el segundo paso lo constituye el desarrollo del analista de valores. Con la complicación periódica del rendimiento de bonos y acciones, con una fusión entre matemática financiera, por una parte, y análisis de estados contables con vistas a proyectar utilidades, por la otra.

2da. Etapa: Esta la ubicamos alrededor de 1930. Ya la profesión de contador público independiente ha hecho considerables progresos, se dispone cada vez en mayor escala da mejor información para uso externo de la empresa. Esto hace variar un tanto la atención del análisis y si bien sigue siendo principal el problema de las fuentes de recursos, comienza un interés por los usos y aplicaciones de esos recursos.

El problema comienza a ser preocupación no solo de los analistas externos sino también de los internos. Este es el momento en que resulta preciso señalar un avance notorio en el desarrollo de:

a) La contabilidad de costos

b) El análisis de estados financieros, que deja de estar limitado al uso de índices y emplea cada vez más los estados de origen y aplicación de recursos. c) La consolidación de las agencias de información comercial o de crédito, cuyo objetivo es brindar información para evaluar el riesgo crediticio.

3ra. Etapa: Esta abarca de 1935 hasta fines de 1940. Para describirla brevemente, es una etapa de consolidación del desarrollo de las fuentes básicas que hasta ese momento alimentaban el análisis financiero: El análisis de valores mobiliarios; la contabilidad, especialmente la de costos en su acepción más amplia; y el análisis de estados financieros. Es de destacar que, en este período, el hecho de que la información histórica y las herramientas creadas originalmente para el estudio del pasado, empezaron a utilizarse con mayor frecuencia en las proyecciones y pronósticos. En la literatura avanzada de este tiempo comienzan a estudiarse los estados financieros proyectados, especialmente la proyección de orígenes y aplicaciones de recursos con fines de administración financiera.

4ta. Etapa: Por los nuevos aportes y los efectos que tuvo en lo que hoy es la administración financiera corporativa, esta puede considerarse como la etapa expansiva y la podemos ubicar en la década de los cincuenta y los primeros años de la década de los sesenta. Aparecieron las herramientas tales como:
a) La investigación de operaciones
b) El desarrollo de las disciplinas de administración
c) Un cambio importante del enfoque de la administración financiera
d) Nuevos avances en el análisis económico
e) Creciente aplicación de la estadística e instrumental matemático, en la solución de problemas administrativos, financieros y económicos.
f) El desarrollo de los sistemas de computación. La sola mención de la investigación de operaciones explica la contribución de esta herramienta a la expansión.

La creciente aplicación de los primeros 16 modelos matemáticos, surgidos durante el curso de la Segunda Guerra Mundial; el efecto de difusión que tuvo esta disciplina hacia un tratamiento más riguroso y cuantitativo de los problemas de cada una de las áreas funcionales de la administración, y la aparición de la computadora, que permitió acelerar y en algunos casos hacer viable ciertas aplicaciones, son los factores básicos que merecen mención especial y particular.

La administración financiera y consecuentemente el análisis financiero, recibieron favorablemente ese efecto de difusión, con lo cual fue este uno de los estímulos para transformar el contenido de esta área, pasando de su orientación descriptivo-institucional a otra mucho más instrumental y cuantitativa. Un elemento de gran influencia sobre el análisis financiero fue el desarrollo de la administración financiera, tanto en los aspectos que hacen a las variables internas a la empresa, como en lo referente a las externas, en especial lo vinculado a mercados financieros, el enfoque prevaleciente hasta mediados de la década de los cincuenta era institucional.


En materia de artículos, continúan elaborándose sobre tópicos como:

a)    Decisiones de inversión bajo incertidumbre.

b)    Teoría de la cartera de inversiones y teoría del precio de los activos.

c)    Estructura financiera y costo del capital

d)    Mercados financieros

e)    Nuevas aplicaciones de técnicas cuantitativas

Los elementos que cambiaron, la fisonomía y el contenido de la administración financiera y por ende revolucionaron el análisis financiero fueron la aplicación del instrumental matemático y el desarrollo de los sistemas de computación.

5ª Etapa: Es la etapa actual que vivimos. Aquí el analista cuenta con muchas herramientas y modelos, la mayor parte de los cuales han sido ya probados en sus aplicaciones en la empresa. Esto le permite al analista afrontar cuantitativamente y cada vez con mayor precisión una creciente variedad de problemas.

A su vez, incrementa su responsabilidad y exige una formación profesional cada vez más afinada, ya que las decisiones gerenciales requieren cada vez el soporte del análisis financiero, a medida que aumenta el número de variables internas y externas y las interrelaciones y cursos de acción posibles. El nombre de análisis financiero se aplica a un conjunto de herramientas relacionadas con los aspectos económico-financiero de diversas e importantes decisiones gerenciales de la empresa moderna.

El enfoque actual del análisis de la información financiera, comprende el instrumental, del análisis macroeconómico, la parte de la contabilidad que se conoce como contabilidad gerencial y que constituye la parte del instrumento cuantitativo y analítico del sistema contable de información a los procesos 17 administrativos dentro de la organización, la parte instrumental de la organización, la parte instrumental de la administración financiera, el conjunto de modelos en la investigación de operaciones, la parte del análisis e inferencia estadística y aquellos aspectos de las matemáticas más utilizados, en especial, las matemáticas financieras.

 

Tipos de Contabilidad de una Administración Corporativa


El propósito básico de la contabilidad es proveer de información útil acerca de una entidad económica, para facilitar la toma de decisiones de sus diferentes usuarios (accionistas, acreedores, inversionistas potenciales, clientes, administradores, gobierno, etcétera). En consecuencia, como la contabilidad sirve a un conjunto diverso de usuarios dentro y fuera de las entidades corporativas, se originan varias ramas o subsistemas.

Con base en las diferentes necesidades de información de los distintos segmentos de usuarios, la información total que se genera en una organización económica se estructura en tres subsistemas:

• Subsistema de información financiera: contabilidad financiera.

• Subsistema de información fiscal: contabilidad fiscal.

• Subsistema de información administrativa: contabilidad administrativa.










Cuadro de texto: Usuarios externos
(da origen a la
contabilidad financiera)


 



                                                        




                                             Sistema de información de 
                                                organización económica
Cuadro de texto: Usuarios internos
(da origen a la contabilidad
administrativa)
Cuadro de texto: Usuarios gobiernos
(da origen a la contabilidad
fiscal)












Contabilidad financiera

Se conforma por una serie de elementos tales como las normas de registro, los criterios de contabilización y de valuación, así como formas de presentación y revelación de la información financiera. A este tipo de contabilidad se le conoce como contabilidad financiera, debido a que expresa en términos cuantitativos y monetarios las transacciones que realiza una entidad, así como determinados acontecimientos económicos que le afectan, con el fin de proporcionar información útil y segura para la toma de decisiones.

La información que produce este subsistema de contabilidad es útil para usuarios externos, como acreedores, accionistas, analistas e intermediarios financieros, el público inversionista y organismos reguladores, entre otros.

Contabilidad fiscal

El gobierno se distingue de los demás usuarios externos pues tiene la facultad para establecer reglas específicas para la determinación de la utilidad fiscal sobre la cual se habrán de calcular los impuestos.

Dichas normas son claramente diferentes a las establecidas para la información financiera. Regularmente estas disposiciones están contempladas en ordenamientos tales como El Código Tributario (Ley 11-92).

En consecuencia y en forma similar a la contabilidad financiera, la contabilidad fiscal es un sistema de información diseñado para dar cumplimiento a las obligaciones tributarias de las organizaciones respecto a un usuario específico: el fisco. Como sabemos, a las autoridades gubernamentales les interesa contar con información financiera de las diferentes organizaciones económicas para cuantificar el monto de la utilidad que hayan obtenido como producto de sus actividades, y así poder determinar la cantidad de impuestos que les corresponde pagar de acuerdo con las leyes fiscales en vigor. La información que genera la contabilidad fiscal es útil sólo para las autoridades gubernamentales.

Contabilidad administrativa

Todas las herramientas del subsistema de información administrativa se agrupan en la contabilidad administrativa, la cual es un sistema de información al servicio de las necesidades internas de la administración, orientado a facilitar las funciones administrativas de planeación y control, así como la toma de decisiones. Entre las aplicaciones más típicas de esta herramienta se cuentan la elaboración de presupuestos, la determinación de costos de producción y la evaluación de la eficiencia de las diferentes áreas operativas de la organización, además del desempeño de los diferentes ejecutivos de la misma. Este tipo de contabilidad es útil sólo para los usuarios internos de la organización, como directores generales, gerentes de área y jefes de departamento, entre otros.




Diferencias entre las contabilidades financiera y fiscal


Las principales diferencias entre las contabilidades financiera y fiscal se refieren al tipo de usuarios en el que se enfocan y al tipo de normas que deben usar para elaborar la información que éstos requieren.

La contabilidad financiera se organiza para producir información para usuarios externos de la entidad tales como acreedores bancarios, accionistas, proveedores, empleados, clientes y organismos reguladores.

Por su parte, la contabilidad fiscal está organizada para generar la información requerida por una entidad específica: el gobierno.

La otra diferencia principal se refiere a las reglas que se siguen en la elaboración de la información. La contabilidad financiera se estructura con base en normas de información financiera emitidas, ya sea a nivel internacional o a nivel local; mientras que la contabilidad fiscal se genera con base en las normas contenidas en las leyes fiscales de cada país.

Esta situación genera importantes diferencias en la determinación financiera y fiscal, tanto de los ingresos como de los gastos. A diferencia de las normas de información financiera, en las leyes fiscales de cada país están contemplados los ingresos que se “acumulan” o que entran en el cálculo para propósitos fiscales, así como los gastos que se permiten incluir como deducciones autorizadas para el cálculo del impuesto a pagar.

Para la contabilidad financiera, los ingresos representan recursos que recibe el negocio por la venta de un servicio o producto, en efectivo o a crédito, mientras que para la contabilidad fiscal los ingresos son los que se consideren acumulables para efectos de impuestos de acuerdo con las leyes fiscales en vigor. En el caso de los gastos, para la contabilidad financiera, éstos están integrados por todas aquellas erogaciones necesarias que haya efectuado una organización económica para la generación de los ingresos. Sin embargo, desde el punto de vista fiscal, sólo se consideran como gastos las deducciones autorizadas en las leyes fiscales.

Al restar los respectivos conceptos de ingresos y gastos, tanto financieros como fiscales, se obtiene la utilidad o pérdida (financiera) o la base gravable (fiscal), según sea el caso. A esta última es a la que se le aplicaría el porcentaje de impuesto correspondiente para calcular el monto de impuestos a pagar.

Como se puede apreciar, no todas las partidas contables se consideran para el cálculo de la base gravable fiscal, situación que normalmente genera diferencias entre la utilidad (o pérdida) contable y la base gravable que se utiliza para el cálculo del impuesto.

Elemento
Contabilidad financiera
Contabilidad fiscal
Usuarios principales
Externos: acreedores y accionistas
Externos: gobierno (autoridades fiscales).
Propósito
Evaluar la situación financiera de
una organización económica.
Determinar los resultados de operación de una
organización económica para el pago de impuestos
Elemento
Contabilidad financiera
Contabilidad fiscal
Normas aplicables
Normas de información financiera
(internacionales o locales).
Disposiciones contenidas en leyes y reglamentos
fiscales de cada país.
Productos principales
Estados financieros básicos.
Declaraciones fiscales.

Diferencias entre las contabilidades financiera y administrativa


Aunque ambos sistemas tienen como finalidad generar información útil para la toma de decisiones en las empresas, existen algunas diferencias que se mencionan a continuación.

La contabilidad administrativa está organizada a fin de producir información para los usuarios internos integrados por los administradores de los diferentes departamentos o áreas de la organización; está enfocada en el futuro y genera, entre otra información, los presupuestos y estándares de costos. Por otra parte, la contabilidad financiera produce información para los usuarios externos, se basa generalmente en información del pasado o en sucesos ya realizados por la organización, además de que permite visualizar de manera global los resultados de la entidad económica.

A su vez, la contabilidad administrativa proporciona información para evaluar la empresa por áreas y departamentos. La contabilidad financiera está elaborada de acuerdo con las normas de información financiera. Esto se debe a que sus usuarios requieren de un estándar en la presentación de la información para hacerla comparable con otros ciclos del negocio o con otras entidades económicas.

Por su parte, la información que genera la contabilidad administrativa no se encuentra sujeta a normas estándares o formatos preestablecidos, ya que se adecua a las necesidades de los usuarios internos de la organización.
La elaboración de la contabilidad financiera es indispensable y obligatoria para cualquier entidad económica que pretenda establecer relaciones comerciales y aspirar a algún tipo de financiamiento, mientras que el uso de las herramientas propias de la contabilidad administrativa es totalmente opcional para todo tipo de empresas.

Elemento
Contabilidad financiera
Contabilidad administrativa
Usuarios
Produce información para usuarios externos.
Produce información para usuarios
internos (administradores de los diferentes
departamentos o áreas de la organización).
Enfoque
Se basa generalmente en información del
pasado o en sucesos ya realizados por la
organización.
Enfocada en el futuro.
Alcance
Permite visualizar de manera global los
resultados de la entidad económica.
Proporciona información para evaluar la
empresa por áreas y departamentos.




Productos
principales
Estados financieros básicos.
Presupuestos, costos.

Influencia de las Normas de Información Financiera (NIIF) en la información financiera de las corporaciones

 

La contabilización de las operaciones de una organización corporativa se realiza con la intención de integrar una base de datos que permita su posterior utilización para generar información útil. Para el logro de este objetivo, la información financiera depende de un grupo de elementos que facilita la estructuración de dicho proceso en una forma ordenada. Entre estos elementos se encuentra un grupo de postulados básicos y una serie de ordenamientos o estándares aplicables al proceso de elaboración de estados financieros, los cuales se denominan normas de información financiera (NIIF).

Las normas de información financiera en el ámbito internacional, la organización que las emite es el International Accounting Standards Board (IASB). En el ámbito nacional los organismos responsables de la elaboración de normas locales son variados y tienen diferentes denominaciones, según el país que corresponda. Estas establecen la manera en que se mide, procesa y comunica la información financiera.

A través de estas normas, se asegura que la información contenida en los informes financieros sea útil y confiable, y pueda utilizarse adecuadamente para la toma de decisiones de los acreedores y accionistas de una organización.

El objetivo de la información financiera, que se compone de estados financieros principales, notas y cuadros complementarios, es suministrar información acerca de la situación financiera, los resultados y los flujos de efectivo de las entidades empresariales. Esta información tiene, como condiciones básicas, que se emite regularmente por imperativo legal y tiene un carácter predominantemente financiero.

Se pretende que tal información, además de recoger la rendición de cuentas por parte de la Dirección Administrativa, sea útil a una amplia gama de usuarios al tomar sus decisiones económicas.

Las normas de información financiera (NIIF) influyen directamente en la Dirección de la Administración Corporativa dada su amplia aceptación internacional. Las hipótesis fundamentales que sirven para la confección de los estados financieros principales son la del devengo y la de empresa en funcionamiento. Ambas están reconocidas como principios contables en el PGC.

Esta normativa establece que los elementos de los estados financieros son los ladrillos o componentes que los componen. Los elementos que constituyen la situación financiera son los activos y los pasivos. Los elementos que constituyen el resultado son los ingresos y los gastos. Los elementos que corresponden a los flujos de fondos son los cobros y los pagos.

El reconocimiento o incorporación a los estados financieros de los elementos se produce cuando cumplen las condiciones de ser activos o pasivos, y además la entidad puede medirlos o valorarlos, utilizando el criterio de valoración que resulte más útil para la toma de decisiones (coste histórico, coste de reposición, valor neto de realización o valor actual neto, según los casos). Los gastos y los ingresos no tienen una medición independiente, ya que surgen simultáneamente con la aparición de los activos y pasivos o con las variaciones en los valores de éstos.

El desarrollo de los mercados de bienes, de servicios o de instrumentos financieros ha hecho que las normas contables utilicen cada vez más frecuentemente una forma de valoración que se deriva de las anteriores, el valor razonable, concebido como el precio que se pagaría por un activo o el importe por el que se cancelaría un pasivo en una transacción realizada entre partes interesadas, conocedoras e independientes. Cuando existe o se puede determinar de forma precisa, el valor razonable es una referencia obligada para la información financiera.

Por último, la entidad puede utilizar diferentes concepciones acerca del mantenimiento del capital. Lo más habitual es que utilice un concepto financiero, y que, para determinar el resultado conseguido, tienda a preservar el poder adquisitivo del capital inicial, lo que se puede conseguir utilizando ajustes en función del índice general de precios para los fondos propios aportados por los propietarios. No obstante, esta práctica puede no resultar justificable cuando la inflación es pequeña o moderada, pero se hace preceptiva en presencia de una situación hiperinflacionista (por ejemplo, cuando la tasa de inflación acumulada en los últimos tres años sea mayor del 100%).

Alternativamente, las NIIF establecen que se puede utilizar un concepto físico del capital, de manera que la entidad obtiene ganancias sólo cuando ha retenido de los ingresos los importes necesarios para preservar su capacidad productiva. Este concepto de mantenimiento del capital, que puede ser importante en ciertos sectores empresariales (por ejemplo, en los servicios públicos regulados) está en desuso actualmente.

Elementos de los estados financieros: reconocimiento y valoración


Las definiciones de activo y pasivo del marco conceptual recogidas a continuación:

Un activo es un recurso controlado por la entidad, como consecuencia de sucesos pasados, del que la empresa espera obtener, en el futuro, beneficios económicos.
Un pasivo es una obligación presente de la empresa, surgida a raíz de sucesos pasados, al vencimiento de la cual y para cancelarla, la entidad espera desprenderse de recursos que incorporan beneficios económicos.

El patrimonio neto, o fondos propios, es la parte residual de los activos de la empresa, una vez deducidos los pasivos.

Según estas definiciones, que muestran condiciones muy estrictas para la identificación de los elementos que componen el balance de situación, no podría ser calificado como activo una máquina inútil ni los gastos de constitución y primer establecimiento de la empresa. Por el contrario, un activo adquirido en régimen de arrendamiento financiero cumple, por lo general, las condiciones impuestas para su clasificación como activo.

Los pasivos identificados en la entidad deben cumplir las condiciones de la definición, y todas las obligaciones que la cumplan deben reflejarse como pasivos. Así, el pasivo devengado por fondos de pensiones u obligaciones similares con los trabajadores es un pasivo, mientras que una provisión para pérdidas futuras o para reparar un daño todavía no causado no podría ser nunca un pasivo.

Los activos netos (activos menos pasivos) son el patrimonio neto o fondos propios de la entidad, y representan los intereses de los propietarios en la misma. No puede haber activos ni pasivos con los propietarios en su condición de tales.

Las definiciones de gastos e ingresos del marco conceptual son las recogidas a continuación:

Ingresos: son los incrementos en los beneficios económicos, producidos a lo largo del periodo contable, en forma de entrada o incrementos de valor de los activos, o bien como decrementos de los pasivos, que dan como resultado aumentos del patrimonio neto, y no están relacionados con las aportaciones de los propietarios a ese patrimonio.

Gastos: son los decrementos en los beneficios económicos, producidos a lo largo del periodo contable, en forma de salidas o disminuciones de valor de los activos, o bien como surgimiento de pasivos, que dan como resultado decrementos en el patrimonio neto, y no están relacionados con las distribuciones realizadas a los propietarios.

No hay, a tenor de las definiciones, una identificación autónoma de ingresos y gastos, por lo que se deben localizar y valorar atendiendo al nacimiento o cambio de valor de los activos y pasivos, que no tengan relación con las transacciones realizadas con los propietarios. De esta forma, se producen gastos por depreciación de los activos o por nacimiento de pasivos, mientras que se producen ingresos por revalorización de los activos o por decremento del valor de los pasivos. 

Por ejemplo, una venta de existencias da lugar a sendas partidas de gastos e ingresos. Los ingresos vendrán dados por la aparición de un saldo de clientes, mientras que los gastos quedarán identificados por el valor de los inventarios dados de baja por haber sido cedidos a un tercero. También hay muchos gastos que aparecen sin relación alguna con ingresos (por ejemplo, una pérdida por incendio), al igual que ingresos sin relación alguna con gastos (por ejemplo, la revalorización de la cartera de inversiones financieras mantenidas para negociación)

Los flujos de fondos en la empresa vienen definidos por los movimientos de la posición de efectivo (que incluye otros equivalentes líquidos como inversiones muy líquidas o préstamos a muy corto plazo), de manera que son cobros o entradas, los aumentos de los saldos de efectivo, mientras que son pagos o salidas de efectivo las disminuciones de tales saldos.

El reconocimiento de los anteriores elementos de los estados financieros, esto es, su incorporación a los estados financieros, requiere dos condiciones:

Ø  Que sea probable que cualquier beneficio económico asociado con la partida llegue o salga de la empresa, y 
Ø  Que la partida tenga un coste o valor que pueda ser medido con fiabilidad.

Cuando no se puede reconocer un activo, un pasivo, un gasto o un ingreso, por ejemplo, porque la posibilidad de obtener los beneficios derivados es sólo posible (no probable) o porque es imposible valorar la partida, cabe la posibilidad de informar de ello en notas a los estados financieros. Informar por medio de notas no tiene la misma validez que reconocer el elemento, y debe considerarse un sustitutivo de peor calidad, que viene obligado por razones de imposibilidad.



Cambio de prioridades en el contenido informativo 


Una de las consecuencias prácticas de la adopción del Marco Conceptual es el cambio de prioridad en los procedimientos a seguir para el establecimiento de los estados financieros, que contrasta con la situación presente, en la que suele considerarse que el resto de la información financiera queda supeditada a la medida correcta del resultado alcanzado en el periodo.

En el Marco Conceptual, la valoración se produce al incorporar los elementos al balance de situación, o bien al modificar el valor por el que están reconocidos, porque han variado las circunstancias anteriores que determinaron la medición previa. De la identificación y valoración de los activos, pasivos y cambios en el valor de los mismos pueden nacer ingresos y gastos, siempre que las transacciones no tengan relación con las aportaciones y distribuciones a los propietarios.

Por tanto, hay una marcada prioridad en el Marco Conceptual por la determinación correcta de la situación financiera, que viene mostrada por el reconocimiento y valoración de los elementos del balance (activos y pasivos), de manera que el resto de los estados financieros quedan supeditados a esta finalidad.

El estado que muestra los resultados, por tanto, es en realidad un detalle de las variaciones habidas en determinadas partidas del balance de situación a lo largo del periodo, ya tengan estas variaciones relación con las actividades ordinarias que constituyen la explotación de la entidad, ya sean apariciones o desapariciones (o modificaciones del valor) de activos y pasivos sin relación directa con las actividades realizadas ordinariamente por la entidad.

El tercer grupo de elementos de los estados financieros que se incluye en el Marco Conceptual (los cobros y los pagos, que determinan el estado de flujo de efectivo) surgen también de las variaciones experimentadas por un conjunto de partidas del balance de situación, y permiten observar las fuentes y los empleos de los recursos líquidos que la empresa posee, que se nutren de las aportaciones de, o se consumen en, la mayoría de las partidas de activo y pasivo, puesto que el ciclo de los negocios comienza y termina normalmente en posiciones de efectivo.

Una parte muy importante de los usuarios de los estados financieros tiene interés en la evaluación de la capacidad que tiene la empresa de generar recursos líquidos procedentes de su actividad habitual, ya que el pago de dividendos, el cumplimiento de las obligaciones con el personal, el reembolso de los préstamos y otras actividades esenciales para la supervivencia de la entidad están ligadas a la obtención regular de efectivo con que satisfacer estas obligaciones.

No obstante, la evaluación de la capacidad que tiene la entidad para hacer frente a sus pagos en el futuro, como la gran mayoría de las evaluaciones económicas y financieras que los usuarios realizan, está asociada al conjunto de la información mostrada en los estados financieros, y por ello no descansa en ninguno de ellos en particular.

Junto con la evaluación de la capacidad económica y financiera de la empresa, los estados financieros permiten a los usuarios hacer una consideración del riesgo inherente a los flujos de efectivo que la empresa produce, puesto que la racionalidad económica hace que los decisores prefieran menos riesgo ante situaciones de igual rendimiento, o bien que elijan combinaciones rendimiento riesgo en función de sus preferencias. 

Los riesgos a los que está sometida la entidad son de tipo económico u operativo (por la actividad realizada o los precios de venta de los productos o compra de los factores) o de tipo financiero (por tipos de cambio, de interés, de crédito o de flujo de efectivo).

Los usuarios satisfacen sus necesidades de información de muchas formas. No obstante, la más común de todas es la consideración de los estados financieros que la entidad pública con propósitos de información general, que constituyen una representación financiera estructurada de la situación financiera y las transacciones llevadas a cabo por la entidad, a través de los elementos que los componen.

Es aconsejable que la empresa presente un informe de gestión, confeccionado por sus administradores, que describa y explique la actividad llevada a cabo por la entidad, así como su posición financiera y las principales incertidumbres a las que se enfrenta en su devenir económico. 

Las NIIF no imponen ningún formato para los estados financieros principales, aunque en algunas de ellas se incluyen sugerencias de presentación. Esta ausencia puede ser chocante por el contraste que supone con las rígidas normas de presentación del PGC.

En efecto, las normas internacionales hablan de información a revelar en general, y en muy pocas ocasiones disponen que los valores de algunas partidas deben aparecer, de forma obligada, en el cuerpo principal de los estados financieros. Esto da una gran libertad a la empresa que las utilice para planificar la apariencia externa de los estados financieros, y puede reducir la comparabilidad entre empresas.

No obstante, el problema de la comparabilidad se ha resuelto con un contenido mínimo del balance de situación, del estado de resultados y del estado de flujo de efectivo. Las empresas suelen seguir esos formatos mínimos, e incluir información de desglose en las notas, en forma de cuadros complementarios.

En lo que se refiere al balance de situación, no es obligatorio la separación de las partidas entre circulantes y no circulantes, aunque es la práctica común de las empresas. No obstante, cuando una partida esté compuesta por una parte que se espere cobrar o pagar antes de 12 meses y otra parte después, se deberá revelar obligatoriamente el importe de cada una de ellas. El balance de Amadeus respeta la clasificación circulante-no circulante.

En lo que se refiere a la información sobre los resultados, puede utilizarse un formato horizontal (cuenta) o vertical (estado), y por otra parte cabe clasificar los gastos de la explotación por su naturaleza, como en el PGC (consumos, personal, amortizaciones, etc.) o bien por la función que cumplen dentro del proceso de la explotación (coste de ventas, gastos de distribución, gastos de administración...), si bien en este caso es preceptivo revelar por separado el total de gastos de personal y los de depreciación y amortización, como hace Amadeus. 

La información sobre flujo de efectivo clasifica las transacciones líquidas en actividades de explotación u operación, actividades de inversión y actividades de financiación, de forma que el lector puede observar los equilibrios que se dan entre ellas: por ejemplo, una empresa sana que invierte y, a la vez, reduce su endeudamiento, tendrá superávit en las actividades de operación y déficit en las actividades de inversión (por las inversiones) y en las actividades de financiación (por los dividendos y la reducción del endeudamiento).

El cuarto estado financiero principal, con la denominación de estado de cambios en el patrimonio neto, puede ser presentado de dos formas a elección de la entidad: como un cuadro de doble entrada que contenga en las columnas las principales partidas que componen los fondos propios y en las filas las operaciones que han afectado a las mismas, o bien como un estado donde se muestren únicamente los hechos económicos que han inducido cambios de valor en los activos y pasivos, y se han contabilizado directamente en los fondos propios sin pasar por el estado de resultados (revalorizaciones, cambios de criterios contables, diferencias de conversión, etc.).

La información a revelar en las notas a los estados financieros es muy abundante, y viene regulada en cada uno de los aspectos relevantes de la actividad por la norma internacional correspondiente. Entre las principales diferencias en cuanto a revelación de información, con respecto al PGC, se encuentran en los siguientes extremos:

Transacciones con partes vinculadas (dependientes, asociadas, accionistas importantes, administradores, clientes que representen una porción alta de la facturación, etc.);  explotaciones en interrupción definitiva (operaciones en discontinuación), separando los tanto los activos como los pasivos resultados procedentes de las mismas; empresas adquiridas o controladas en el periodo (combinaciones de empresas), con el tratamiento que se da al fondo de comercio o plusvalía comprada en la adquisición; planes de compensación en acciones para los empleados, con los valores razonables de los instrumentos emitidos que estén en poder de los mismos;  valor razonable de todos los instrumentos financieros, estén o no reconocidos en el balance, así como la exposición que la empresa tiene a los riesgos financieros, incluyendo su política respecto a la cobertura de los mismos.  pérdidas por deterioro del valor de los activos tangibles e intangibles, reconocidas o revertidas en el periodo, así como los criterios utilizados para identificar las unidades generadoras de efectivo a efectos de los cálculos; criterios para distinguir las propiedades ocupadas por la entidad de las propiedades de inversión inmobiliaria, junto con el valor razonable de éstas y la forma de determinarlo.

Las entidades que presenten su información financiera cumpliendo las NIIF pueden insertar una declaración donde se deje constancia de este hecho, lo que implicará, necesariamente, que cumplen con todas las normas e interpretaciones que tengan vigencia en la fecha del balance. 

El resultado total y el resultado realizado


Ya se ha dicho que la determinación del resultado no es la finalidad primordial de los estados financieros, según el Marco Conceptual, sino que los ingresos y gastos surgen de cambios en los activos y pasivos, ya sea como consecuencia de actividades ordinarias de la entidad, ya sea por cambios en la valoración de los mismos.

Dicho de otra manera, cada partida del balance puede estar relacionada con resultados procedentes de la actividad que constituye su objeto habitual, o bien generar ingresos o gastos en forma de plusvalías o minusvalías, respectivamente, causadas por la variación en el valor atribuido a las mismas.

Debido a tradiciones contables relacionadas con el principio de prudencia, la mayor parte de las minusvalías se consideran realizadas, y se integran en el resultado neto, mientras que la mayor parte de las plusvalías se consideran pendientes de realizar, y se incorporan como cuentas de patrimonio neto hasta que les llegue el momento de convertirse en resultados ya realizados.

Los resultados realizados son los que se someten a reparto, preservando los no realizados hasta que tenga lugar el hecho que los hace repartibles, que normalmente es la venta a terceros de la partida objeto de revalorización. Esta es una práctica financiera basada en la idea de conservación de los capitales de la empresa, que genera la utilización del principio de prudencia, que en este contexto implica no reconocer beneficios pendientes de realización, es decir, inciertos.

Ahora bien, desde un punto de vista teórico, basado en el Marco Conceptual, el resultado es la diferencia entre ingresos y gastos, y procede tanto de la actividad de la empresa (ingresos ordinarios y gastos correspondientes a esos ingresos), como de las variaciones de valor, ya sean ganancias o pérdidas en el importe contable de las partidas. 

Este resultado, así concebido, sería un resultado total o integral, correspondiente a los esfuerzos llevados a cabo por la gerencia de la entidad para aumentar el patrimonio neto de la misma. Estos esfuerzos son los responsables tanto de los resultados por ventas como de los resultados por tenencia de activos y pasivos.

Con objeto de que los estados financieros muestren la actuación completa de la gerencia, y por tanto revelen este resultado total, las NIIF prevén la existencia de dos estados financieros relacionados entre sí, que son:

Ø  El estado de resultados, que muestra la gestación y composición del beneficio realizado y repartible, y

Ø  El estado de cambios en el patrimonio neto, que muestra además el conjunto de cambios de valor de activos y pasivos que no se han llevado al resultado, pero que han aumentado los fondos propios de la entidad.

Entre las transacciones contables que, dentro de la normativa IASB, pueden llevarse al patrimonio neto están no sólo las plusvalías por revalorización de activos, sino también los efectos de los errores de periodos anteriores o de cambios en los métodos contables, las diferencias de conversión de estados contables de filiales extranjeras y la contrapartida de las variaciones de valor de los activos financieros disponibles para la venta.

Es posible que la diversidad de tratamientos expuestos en los párrafos anteriores deban ser, en el futuro, reconsiderados, a fin de homogeneizarlos, como también es muy posible que el propio IASB apruebe la fusión de los dos estados financieros a los que se ha aludido en uno sólo, el estado de rendimiento financiero, donde se refleje todo el resultado conseguido, y las entidades tengan la posibilidad o la obligación de identificar, dentro del mismo, la parte repartible de la que no es conveniente repartir todavía.

Siguiendo la línea de razonamiento descrito, es preciso darse cuenta que la tradicional distinción entre resultado ordinario y extraordinario pierde, en este contexto, casi todo su sentido. De hecho, las NIIF consideran muy rara la existencia de resultados de tipo extraordinario, que en su caso vendrían producidos por circunstancias impredecibles, tales como la ocurrencia de un incendio o un terremoto.

El concepto de activo: los deterioros del valor


El reconocimiento de un activo adquirido por la empresa, en el balance, está sujeto al cumplimiento estricto de las condiciones que se exigen para todos los pasivos, esto es, control del mismo a raíz de sucesos pasados y probabilidad de obtener beneficios futuros. Los desembolsos correspondientes a los elementos que no cumplan estas condiciones deben ser considerados como gastos del periodo. Por ejemplo, se supone que los gastos de investigación de un producto no cumplen la tercera de las condiciones, y por tanto siempre son gastos.

Por el contrario, un elemento que cumpla las condiciones exigidas para ser activo no puede llevarse directamente a resultados, sino que debe ser capitalizado y amortizado en su caso. Por ejemplo, si los gastos de desarrollo de un producto cumplen las condiciones exigidas a los activos, deben considerarse activos inmateriales y amortizarse de forma sistemática.

El valor atribuido a un activo en el momento de su adquisición es igual al coste histórico, es decir, a los desembolsos efectuados para la compra y, si se ha pactado un pago diferido, el valor actual neto de los desembolsos a efectuar. En el caso de producción del elemento, se estará al coste de la misma. Esta práctica no supone gran cambio con respecto a normas del PGC.

No obstante, hay ocasiones en que la valoración de la adquisición se debe hacer al valor razonable del elemento comprado, como sucede en los casos de permuta o de compra de la totalidad de una empresa. En concreto:

Si la adquisición se ha hecho mediante permuta por otro elemento diferente, el coste de adquisición es el valor razonable del elemento adquirido, y por tanto puede haber resultados, positivos o negativos, en la operación.

Si se ha comprado una empresa (o se ha tomado el control de la misma), los activos y pasivos identificables se valoran al valor razonable, y si hubiera alguna diferencia con el precio pagado, se considera fondo de comercio.

La valoración posterior a la compra puede ser, según los casos, por el coste histórico (debidamente amortizado, en su caso) o por el valor razonable. Como sucede en el PGC, ningún activo puede valorarse por encima del valor recuperable del mismo. 

En el caso de las existencias, las NIIF prohíben la utilización del criterio LIFO en la valoración de inventarios y, por otra parte, si las condiciones de pago difieren de las normales de compra a crédito, los flujos previstos deben ser descontados y la diferencia se considera como gastos financieros a repartir en el periodo que cubra el aplazamiento.

En las NIIF hay desarrollado un procedimiento muy minucioso para la comprobación del valor recuperable de los activos, haciendo especial hincapié en los activos fijos materiales o inmateriales ligados a la producción, de forma que cuando el valor recuperable caiga por debajo del valor contable, la empresa cargará a resultados la diferencia. 
Se trata del test de deterioro del valor, que la entidad debe desplegar en cuanto observe algún indicio de envilecimiento del valor de los activos, ya sea por causas internas propias de la actividad (por ejemplo, bajo rendimiento u obsolescencia) o externas (por ejemplo, disminución del valor de mercado, cambios adversos del entorno o del mercado del producto). En la mayoría de las ocasiones, este test no podrá hacerse por elementos individuales, sino por conjunto de ellos que, por servir a un mercado, puedan considerarse como unidades generadoras de efectivo (UGE) independientes.

Al aparecer los indicios, la empresa debe determinar el valor recuperable del activo o de la unidad generadora de efectivo (que será el mayor entre el valor de uso y el valor de venta neto) y rebajar el valor del elemento o conjunto de ellos si el valor en libros fuera mayor. A partir de ese momento, las cuotas de amortización deben ser recalculadas.

El valor de uso de un elemento o UGE es el valor actual neto de los flujos de efectivo esperados de la explotación del mismo, descontados a una tasa que refleje el valor temporal del dinero y los riesgos específicos del activo.
Cuando se rebaje el valor de una UGE, se da de baja primero el fondo de comercio asociado a ella, y luego se prorratea el importe restante entre los elementos materiales e inmateriales que la componen. 

Cabe la posibilidad de que revierta el deterioro del valor, en cuyo caso se procede en sentido contrario, pero no se puede reponer el valor del fondo de comercio asociado a la UGE salvo en el caso de que haya desaparecido la causa que produjo el deterioro inicial. Si se repone en las cuentas el deterioro, en ningún caso se puede superar el valor que los elementos tendrían de haberse seguido amortizando según el plan original establecido antes del deterioro.

En la tabla 2 puede verse, en resumen, el procedimiento a seguir para el cálculo y contabilización del deterioro del valor de los activos, que puede hacer más laboriosa la confección del balance y su auditoría, pero que tiene coherencia con lo establecido en el marco conceptual, puesto que no puede haber un activo cuyo valor contable sobrepase el importe que se espera recuperar por su uso o venta.

El concepto de pasivo: las provisiones


El reconocimiento de pasivos, por parte de la empresa, está sometido también al cumplimiento estricto de las condiciones establecidas en la definición: debe tratarse de una obligación actual, procedente de sucesos pasados, que la entidad espere cancelar mediante la entrega de recursos que impliquen beneficios económicos.

Es importante señalar, en esta definición, tanto el carácter “actual” de la obligación, lo que quiere decir que la empresa ya ha incurrido en ella y ha de satisfacerla en algún momento, como la voluntad efectiva de cancelarla mediante la entrega de activos. Siempre que la salida de recursos para la cancelación se vaya a producir de forma diferida en el tiempo, la valoración de la obligación será por el valor actual neto de la misma, utilizando las tasas de interés que corresponden a las condiciones en las que se financia la empresa.

Para reconocer un elemento de pasivo, como en el caso de los activos, es preciso que la entidad pueda evaluar de forma fiable el importe de la misma. En caso de no poder identificar un activo o no poderlo medir fiablemente, se estará en presencia de una contingencia, de la cual se dará información en las notas.

El patrimonio como activo neto


Desde el punto de vista legal, el patrimonio neto es objeto de definición y medidas de protección, cuyo objeto normalmente es la protección de los intereses de los propietarios y de los terceros. Por ejemplo, hay normas legales que obligan a dotar la reserva legal o a no repartir dividendos si tras la distribución el patrimonio neto queda por debajo del capital social desembolsado.

No obstante, desde el punto de vista estrictamente económico y contable, el patrimonio sólo es la diferencia entre los activos y los pasivos reconocidos en el balance de situación, por lo que no es un elemento autónomo del balance. Así, si aumenta el valor de un activo o disminuye el valor de un pasivo se incrementará el valor del patrimonio de forma automática.
Esta forma de concebir el patrimonio neto obliga a considerar a las transacciones hechas con los propietarios de la entidad, si se han realizado en su cualidad de accionistas, partícipes o poseedores de la titularidad de la misma, exclusivamente como componentes positivas o negativas de los fondos propios. Así, los compromisos de aportación de capital no pueden formar parte del patrimonio hasta que se realicen efectivamente, de la misma forma que las distribuciones de dividendos dejan de ser patrimonio en cuanto son exigibles por los titulares de las acciones.

La razón más profunda de esta concepción radica en la necesidad de cuantificar constantemente el montante del capital confiado, de forma efectiva, a la empresa por sus propietarios, que puede proceder de sus aportaciones iniciales o posteriores, de las ganancias acumuladas o de las plusvalías y minusvalías que no se hayan considerado realizadas todavía. Las distribuciones de dividendos, disminuciones de capital o compra de acciones propias reducen, indefectiblemente, el montante del patrimonio.
Por ello, en un balance redactado según NIIF no figuran en el activo ni saldos de accionistas por capitales pendientes de desembolso, ni saldos de acciones propias, aunque dentro de las cuentas que constituyen el patrimonio neto pueden establecerse los detalles que permitan al usuario estar informado de la existencia y cuantía de estas situaciones, mediante partidas correctoras.

Si la empresa emite instrumentos financieros relacionados con el patrimonio neto
(p.ej. opciones sobre acciones), el importe recibido debe considerarse como patrimonio neto, ya que es una parte de la aportación del eventual futuro propietario. 

Otro problema importante, por la diferencia que supone con el PGC, es la necesidad de separar los componentes de patrimonio neto y de pasivo en los instrumentos financieros compuestos, que tienen una parte asimilada a un pasivo y otra asimilada a un componente del patrimonio. Si la entidad emite, por ejemplo, obligaciones convertibles, debe separar el valor de los dos instrumentos financieros que componen el instrumento compuesto (las obligaciones simples y las opciones para comprar acciones al vencimiento), y una vez valoradas por separado reconocerlas en la clasificación que les corresponda a lo largo de toda la vida de la emisión.

Por último, las NIIF no manejan la categoría de ingresos diferidos, que es habitual en el PGC, salvo para tratar las subvenciones de capital, que pueden considerarse como tales o como cuentas correctoras, para imputar a resultados, de las inversiones que ayudan a financiar. 

Las demás categorías de ingresos diferidos no existen como tales, sino que se consideran ingresos corrientes (es el caso de las diferencias positivas de cambio) o bien cuentas correctoras de las partidas a las que vienen referidas (por ejemplo, los intereses a distribuir entre varios ejercicios son componentes negativos de las partidas de activo correspondientes, esto es, de las partidas monetarias, que se presentan netas de intereses en el balance, por su coste amortizado). Este es el caso de los gastos financieros que se difieren en el tiempo, que se restan de las partidas monetarias respectivas, que de esta manera tienen un valor equivalente al precio neto de adquisición más los intereses acumulados hasta la fecha del balance.
 

Contabilización de los instrumentos financieros

 

La valoración y contabilización de los instrumentos financieros es, probablemente, la diferencia más notable entre el PGC y las NIIF, puesto que las normas internacionales han impuesto el reflejo de todos los instrumentos financieros en el balance de situación, incluyendo los derivados, y su valoración al valor razonable, salvo algunas excepciones.

Los instrumentos financieros (acciones, obligaciones, dinero, préstamos, cuentas a cobrar, opciones, etc.) son contratos que dan lugar a un activo financiero, para una de las partes, y a un pasivo financiero o un instrumento de capital para la otra. Los activos financieros pueden tomar la forma de efectivo o derechos a recibir efectivo u otro activo financiero, o bien dan el derecho de intercambiar instrumentos financieros en condiciones favorables para la entidad.

Los activos financieros que se generan por la empresa o se adquieren con el propósito de conservarlos hasta el vencimiento se valoran al coste amortizado, esto es, al coste histórico más los intereses acumulados hasta la fecha del balance que se cobrarán en el momento del vencimiento. Los cambios en el coste amortizado son ingresos del periodo. Por otra parte, como son derechos de cobro hay que considerar los posibles deterioros del valor, en caso de que el valor contable a coste amortizado no sea recuperable.

Los activos financieros para vender se valoran al coste histórico al adquirirlos, pero posteriormente se llevan por el valor razonable, puesto que es el dato relevante para tomar decisiones sobre cuándo enajenarlos. 

Información adicional a revelar por empresas cotizadas en bolsa


Las NIIF están diseñadas pensando en empresas grandes (corporaciones, etc.) con relevancia en el entorno económico y proyección internacional. No obstante, muchos países han adoptado directamente o han adaptado las normas internacionales para ser aplicadas por sus empresas, con independencia del tamaño o la relevancia.

Para establecer alguna distinción en razón de la importancia de la empresa en el entorno económico en el que se mueve, hay algunas normas que son particularmente aplicables a empresas cotizadas en bolsa, porque aportan información especialmente útil para los inversores. Es el caso de las que tratan de la presentación de información por segmentos y de las ganancias por acción.

La información segmentada es necesaria para entender, de forma separada, los componentes de la situación financiera, los resultados y los flujos de efectivo de empresas complejas, que desarrollan actividades diferentes u operan en mercados geográficos muy diferenciados. Esta es la situación normal de los grupos que presentan cuentas consolidadas.

En la normativa IASB, la empresa debe definir primero qué criterio de segmentación principal utiliza para su gestión (por actividades o por mercados), y dar información detallada de los activos, pasivos, gastos e ingresos de cada segmento que haya identificado, así como las inversiones realizadas en cada segmento y las bases para la fijación de precios inter-segmentos.  Como ejemplo, en la ilustración 1 se puede contemplar el formato principal de información segmentada del Grupo Nokia.

Además de desglosar información sobre los segmentos en el formato principal, las empresas deben informar acerca de los segmentos utilizando el formato secundario (si, por ejemplo, el principal son las actividades, el secundario serán los mercados geográficos), si bien esta información es mucho menos detallada, ya que basta con revelar los ingresos, el importe en libros de los activos y las inversiones en el periodo referidos a cada uno de los segmentos.

El objetivo que se persigue con el detalle que aporta la segmentación es informar al usuario de los estados financieros de las cifras más importantes de la empresa desglosados por los componentes más relevantes del negocio, a fin de que pueda percibir cómo se generan los ingresos, los gastos y los resultados en los mismos, para que pueda comprender los riesgos que tienen y su papel en la configuración de las cifras generales que conforman los estados financieros de toda la entidad.  Con ello no sólo comprenderá mejor la gestación de las cifras, sino que podrá proyectarlas para evaluar la capacidad y el rendimiento futuro de la entidad.

Información sobre gestión de los riesgos soportados por la entidad

 

Las entidades que utilizan instrumentos financieros incurren en riesgos de diverso tipo, y la revelación de los mismos en los estados financieros se considera útil para las evaluaciones, realizadas por los usuarios, de la cuantía y certeza relativa de los flujos de efectivo futuros.

Por otra parte, las entidades que realizan operaciones de cobertura pueden mitigar riesgos de tipo operativo o financiero, siempre que las coberturas cumplan unas condiciones muy estrictas respecto de su identificación y eficiencia.

El riesgo de precio se puede manifestar en tres formas diferentes, según si el valor del instrumento financiero puede fluctuar como consecuencia de las variaciones en el cambio de las monedas (riesgo de tipo de cambio), en las tasas de interés del mercado (riesgo de tipo de interés) o en el precio por el que se compra y vende el activo en el mercado (riesgo de mercado).

El riesgo de crédito se manifiesta en la posibilidad de que una de las partes ligadas por el instrumento financiero falle al cumplir las obligaciones derivadas del mismo, y ocasione una pérdida financiera a la otra.

El riesgo de liquidez o financiación es el riesgo de que la entidad encuentre dificultades para obtener los fondos líquidos para hacer frente a sus compromisos relativos a instrumentos financieros, por ejemplo, porque no pueda vender un activo o cobrar a un cliente para pagar, con lo obtenido, un préstamo a su vencimiento.

El riesgo de flujo de efectivo es el que produce que puedan variar los cobros o pagos relacionados con un instrumento financiero monetario. Esto se manifiesta en instrumentos a interés variable, o bien a instrumentos cuyos pagos o cobros están ligados a condiciones establecidas (por ejemplo, a la clasificación crediticia del tomador del préstamo).

Puesto que la incidencia de los instrumentos financieros puede ser muy relevante, ya se utilicen para obtener rentas periódicas, ya para especular con las posibles plusvalías, ya en operaciones de cobertura, las NIIF obligan a la entidad que los mantiene a informar de los extremos más importantes sobre la gestión de los mismos, a través de notas, en las que se incluirán:

§  Los objetivos y políticas que comporta la tenencia y gestión de los instrumentos financieros, así como de las operaciones de cobertura; y
§  Los plazos, condiciones y políticas contables respecto de cada tipo de instrumento financiero utilizado.

Este énfasis en la información sobre los tipos de riesgo y su gestión corresponde a la preocupación, que sienten todos los que se acercan a los estados financieros, por descubrir las posibles fuentes de perturbaciones que pueden incidir sobre el desenvolvimiento de la empresa en el futuro, para lo cual buscan los principales tipos de riesgos con los que se enfrenta la empresa en cuestión, e investigan la incidencia que los mismos pueden tener en función del escenario en el que opere la empresa dentro del entorno económico actual y futuro. 

Esta preocupación por descubrir los riesgos y su posible incidencia es muy patente en auditores, analistas de créditos, analistas de inversiones y autoridades públicas cuando se plantean realizar juicios sobre el futuro de la empresa que está anunciado por la situación presente, si ésta es suficientemente explicativa del devenir futuro.

Así, si la entidad tiene saldos importantes de clientes en una moneda diferente de la que utiliza para informar en sus estados financieros, el riesgo de tipo de cambio será relevante para la misma, y los usuarios de los estados financieros encontrarán útil conocer qué tipo de gestión hace la empresa para cubrirse de las posibles pérdidas, qué instrumentos utiliza para las coberturas y cómo ha afectado esta exposición al riesgo de cambio a las cifras mostradas en los estados financieros que se están presentando.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

Conclusión


El propósito de las empresas independientemente de la actividad principal a la cual se dediquen es generar utilidades que le permitan no solo mantenerse sino ejecutar un crecimiento sostenible. Las empresas corporativas no son la excepción, y para lograr estos objetivos debe asegurarse que la toma de decisiones se efectué basada en informaciones confiables y oportunas.

En esto reside la importancia de las informaciones financieras, las cuales constituyen el principal indicador del rumbo a seguir por la Dirección de la Administración Corporativa, siendo la contabilidad una de sus más relevantes herramientas utilizadas, ya que, se utiliza para producir sistemática y estructuralmente información cuantitativa expresada en unidades monetarias con el objeto de facilitar a los interesados el tomar decisiones.

Con el crecimiento de las empresas corporativas también aumentan los riesgos a los que se enfrentan constantemente de diverso tipo, y las revelaciones de los estados financieros se considera útil para las evaluaciones, realizadas por los usuarios, de la cuantía y certeza relativa de los flujos de efectivo futuros.

Cabe destacar que, si la Administración Corporativa planea estratégicamente los pasos a seguir, los riesgos asumidos se convertirán en oportunidades para implementar políticas eficientes en la ejecución de sus funciones y alcanzar las metas establecidas superando a sus competidores.
















Bibliografía


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·         Contabilidad para no Contadores, Gerardo Guajardo y Nora Andrade, Segunda Edición, 2012.

·         Principios de Administración, por George R. Terry, Edit. CECSA

·         Interpretación de Estados Financieros por A. Perdomo Moreno, Edit. IHS, 2ª. Edición.

·         Epstein, B. J. Y A. A. Mirza: IAS 2002 Interpretation and Application of Internacional Accounting Standards (New Cork: Wiley, 2002).

·         TUA, J. (coordinador): Marco conceptual para la información financiera. Análisis y comentarios (AECA: Madrid, 2002)

·         YEBRA, O. (director): Normas Internacionales de Contabilidad 2002-2003.

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·         Internacional Accounting Standards Board (IASB): International Financial Reporting Standards 2003 (London: IASB).

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